En el tintero
En el tintero
Crecen las hojas
De largas enredaderas,
A través de la mirada
De mis ojos.
Anidan pájaros en mi mente
Que exigen el danzar de mis pies.
Hiedras y flores se abren paso
Por la senda de mi ritmo.
Aplauden y vitorean,
Con pasión,
La naturaleza de mi
Baile silenciado.
El frío se abre paso tímidamente,
Entre venas y cuerdas,
Para despertar al señor del infierno.
Oscuridad impoluta en su interior.
¡Qué magnífica santidad esconde!
Exige con los ojos escoger morir.
¿Hay amor en la historia? De acuerdo, Señor.
¿Quieres más oscuridad?, ahogaremos la llama.
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